EL SABOR DEL ÉXITO
Yo àguila de alta montaña reviento tus
sueños.
¡Oh si conocieras el sabor del èxito!
Vuelvo atràs, a vos, si a vos.
Tu harapiento discurso de careta solo seduce
a los dinosaurios muertos.
Inútiles seràn tus rifles y tus bombas de
cianuro.
Estàs comièndote mis cadáveres idiota, ya
veràz lo pelmaza que eres.
Te aconsejo conseguirte un martillo geològico
de los de verdad, puede golpear una roca, partirla por la mitad, mirar dentro y
murmurar algún mantra, que en una de esas te salva.
Ponte en alerta, no difames a los grandes,
por desconocerlos. .
Podès ser la equivocación… retrocede,
sospecha en primer lugar de tì.
Pero quedad tranquilos, vuestros deseos seràn
sonidos entrecortados que llenan el éter que usamos en las noches donde jugamos
a ser todos los hombres. Vuestros nombres se escribiran en el paraíso, yo misma
les pedirè que te rindan ese homenaje que jamàs hubieras merecido..
El presidente mantiene sus redes de
comunicación en torno al planeta.
Acà en la via làctea no se conocen esa gente
de la que usted habla, hàgase una vez màs la paja, a solas para que nadie lo
vea y asì no piensen mal de usted.
Chau payaso que no soporta el circo, pon la
cabeza para abajo y pìdele a cualquiera de tus amigos que rocìen tu nuca con
tetrabrick.
Desconoces el trapecio y te pueden comer los
leones, son fieras.
¡Aguanta el bardo tus pobres insolencias de
niño malcriado!
El poeta muriò al amanecer con sus amigos.
¿vos quien sos?
Estuve hablando con Allen Ginsberg, dijo que
no te conoce, que se trata de pesadillas despiertas, alcohol y vergas y bolas
infantiles. relámpagos que no escuchan nuestro tiempo iluminando todas las
palabras inmóviles, ebriedad del vino malo, vibraciones del sol que no te
llega.
Te aconsejo venir a Brooklyn, hay
estrepitosos tarros de basura y una regia clase de iluminación para las mentes
como la tuya.
Si conocieras el Bronx, un batallòn perdido
de conversadores platònicos como tù, bajan de espaldas las escaleras de escape
vomitando, susurrando palabras acerca de los actos ajenos que jamàs podràn
alcanzar.
No critiques a un poeta, no vayas a la casa
de un cuidador de ovejas vestido con un traje de corderito, te descubriràn..
No dejes rotos a tantos corazones simples.
Yo no tengo sentimientos, soy un
profesional del alma, si quieres conversar, acepto.
Bendigo tus importantes tareas, me alegro que
no sean improvisados como las nuestras, que hambrientos buscàbamos por Oklahoma,
jazz, sexo o sopa, para conversar finalmente sobre la eternidad de Amèrica.
Una tarea sin esperanzas no tiene tanta
importancia..
Te enloqueces cuando algunos de los mejores
con los que te encuentras a la luz callejera de la medianoche, desconociendo al
populacho que te sostiene abren sus destellos y eluden el ùltimo atisbo de
conciencia, no te conocen, son virtuosos, muestran sus genitales a cualquiera y
regalan tambièn sus manuscritos.
Tampoco conocen la tecnología absurda de tus
estrofas.
Rezan de rodillas por la salvaciòn de cada
uno de sus amigos, acusan a tus palabras de hipnotismo
Me paro frente a ti estupefacto y
somnoliento, sacudo mis vergüenzas, y escucho los sonidos del corazòn absoluto
del poema.
Una vida descarnada es la nuestra…
El vagabundo loco que espero y el golpe del
àngel que me asiste me aconsejan seguir, no detener mis pasos frente a tus
palabras malditas.
Te bendigo ginebra por aquellas noches donde
mi pobreza te tubo a mi lado y lloro estremecido por el dolor de conocer la
injusticia y haberla olvidado.
Cuando llegue mi amigo el espacio que
compartiremos serà vibrante y exhalaremos el sufrimiento de las mentes desnudas
que viven en tus cercanìas.
Después escribiremos algún
poema, inventaremos algún imposible que lo haremos cierto y nada,. eso, solo
eso.
Revelo lo poco de tu ser dicho, chau
caretas, cuidad los estandartes de vuestro monumento, el que no has construido,
te contratarán los viajeros ausentes, chau igual te quiero, nada ataca a un hombre
que ya muriò hace mucho tiempo.
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